¡¡¡En que fck belleza de provincia me tocó vivir!!! Les juro que no practico el cordobesismo bobo, mil veces despotrico, por ejemplo, contra el conservadurismo que no terminamos de enterrar, pero en este momento me gustaría gritar: ¡Sarmiento tenía razón en su Facundo, CÓRDOBA NO SABE QUE EXISTE EN LA TIERRA OTRA COSA QUE CORDOBA! So what?? Así de poco les importaría si vieran desde donde inicio este post: San Javier, el pueblo más antiguo de Traslasierra, y uno de esos oasis in-cre-í-bles que abundan en nuestra provincia.
Escapé aquí con mi dupla de hombres (Large y Small), para disfrutar una rareza para periodistas que trabajan en un diario: un fin de semana largo (los taxistas, médicos de guardia, y varios otros seguro me entienden). Quería venir desde hace dos años, cuando pasé volviendo desde Merlo por el corredor La Población-Yacanto-San Javier y quedé boquiabierta contra la ventanilla el mejor estilo "mariposa estampada en parabrisas".-
Por fin se dio! Nos alojamos en San Javier, en un hermoso complejo de cabañas (con excelente calefacción, requisito clave si vienen fuera del verano) llamado Altos de San Onofre. 10% de descuento citando a Tendenciosa (ja, quien sabe algún día...)
Ya descencillados, nos dedicamos a recorrer este pueblito rodeado de montañas y vegetación de ensueño, que combina en forma exquisita la simpleza de las costumbres serranas con chispazos de sofisticación, traídos por migrantes que quisieron acoplarse a lugar respetando su esencia (la mayoría).Eso explica que frente a la plaza empedrada donde los perros duermen siesta, convivan una pulpería -que hierve de paisanos de cara curtida tomando fernet- con una tienda de objetos como Los Olivos, donde la selección de artesanías y obras de arte es deliciosa.
Todo el lugar es un surtido de postales naturales, posadas acogedoras atendidas por sus dueños, restaurantes llenos de encanto, y talleres de artesanos abiertos al público. A uno de esos lugares llegué enviada por mi hermana, y salí convertida en fan...
No sé cómo se les ocurrió a Roberto y Carmen abrir el living de su casa a extraños, y compartir con ellos la comida casera que ella preparaba. Fue hace cuatro años, y ¡celebro la idea! Así, en el corazón de su propia casa, nació Yantay: un restaurante tan cálido que dan ganas de mudarse a él.
Aunque el que ahora cocina es el hijo de Carmen, los platos siguen siendo 100% caseros y para chuparse los dedos. Mientras los saborean, pueden relojear el ajetreo en la cocina, pispear las charlas de los dueños de casa en la salita contigua y admirar los bellos cuadros-escultura de Carmen que adornan las paredes.
Sobre la cabeza de mi S, chusmeen la cocina de la casa. |
Las salamandras son un habitante más de San Javier |
Los precios son razonables, detalle no menor para la zona que abunda en lugares para billeteras gordas (asalariados a no demorarse en venir, porque me parece que esto seguirá cotizando). En todo eso pensaba cuando me trajeron mis sorrentinos de calabaza, y todo en mi derredor fundió a negro...
Al éxtasis de la pasta, se sumó el sabor intenso del tinto que L me sirvió en abundancia. A esa altura sentía que estaba por entrar en órbita, y cuando probé el dulce de leche hecho en casa sobre el flan casero (¡¿cuánto hace que no daba con eso es un restaurante?!) ya era Neil Armstrong alunizando. Quizá por eso le saqué tantas fotos a los cactus...
Altos de San Onofre
Cabañas - (03465) 423639 / 423075
www.altosdesanonofre.com.ar
Yantay
Abierto todo el año mediodía y noche
Tel: 03544 - 482231 San Javier
www.yantayrestaurant.com.ar