Casi, casi, casi me pierdo el 100% , pero sobre el cierre logré recorrer una de sus estaciones: El Panal. Aviso: tengo particular fascinación por los edificios antiguos. Me hormiguea la panza al entrar a esa atmósfera de otro tiempo, espesa de recuerdos ajenos. La misma mágica sensación que provoca entrar a un teatro cuando ya se huele la ansiedad previa a una función. Descorramos el telón entonces, pongamos música...
...y recorramos juntos esta casona de 1889, pensada como sede de un club de amigos que en el microclima de la generación del '80 la usaban para tertulias políticas y sociales. Los encuentros eran "regados" por un refresco de hielo y panales, de allí su nombre. Con el envión del ¡Afuera!, el gobierno de Córdoba (dueño del edificio, hasta que se inauguró la Ciudad de las Artes tuvo allí la escuela Spilimbergo) prometió restaurarla (eso decía en el cartelito de la puerta, que tendremos bien bien presente). Ahora, cuando pasen por centésima vez por Rivera Indarte 55, imaginen todo lo que se esconde detrás de esa fachada...
1 comentario:
E bellisimo, lo conoci cuando lo reabrieron y me emocione. Voy cada ves que puedo a ver las muestras que alli ponen y esta cada vez mas lindo.
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