01 julio 2013

¿Un tecito para arrancar la semana?

Tomen asiento, por favor. ¿Sienten el vapor con aroma a canela y manzana? En materia de blends y ceremonias del te soy cuasi analfabeta, pero he comprobado que aún desde la ignorancia hay infusiones tan deliciosas que alegran cualquier arranque de semana. Como esta que les sirvo, nacida de las manos y nariz de Belén Avico. 


Para comenzar a echar raíces en su Río Cuarto natal, esta "tea designer" tuvo antes que volar, y bien lejos. Hace casi una década, con diploma de Relaciones Internacionales bajo el brazo, hambre de mundo y en plan posgrado partió a Holanda. Y allí le tomó el gusto a un producto local mucho más seductor que los tulipanes: a un holandés. 




Ella y él, enamorados, de a poco se construyeron una verdadera existencia "Dink" en el viejo continente: buenos laburos, sueldos jugosos, viajes y disfrute generoso sin chupetes ni mamaderas que impusieran horarios. La empresa taiwanesa para la que Belén trabajaba le permitía acumular obsenamente sellos en su pasaporte (nota del autor: qué envidia!).

 

Entre tanto estímulo trotamundo y con el eterno invierno gris europeo de fondo, el "bichito" del té no tardó en picarle: aprovechó el know how holandés y se formó como tea designer, dominando el arte de combinar hierbas, frutas, flores y especias para conseguir infusiones únicas.


Con el tiempo, en esa postal de bienestar apareció un deseo nuevo: el de tener hijos. Y otro inesperado: la nostalgia creciente por el caos argentino, ese que indigna al manejar pero que emociona cuando se trata de casas de puertas abiertas y reuniones sin agenda. ¿Por qué inesperado? ¡Porque no fue Belén sino el marido holandés el que se sintió cada vez más "tirado" por este rincón del mundo, y terminó repatriándola a su Río Cuarto de origen!


"Él me trajo de regreso, fue el que más quiso mudarse a la Argentina. Todo pasó en el marco de esa decisión bisagra de formar una familia, de tener hijos. Allá nuestra vida iba a ser otra", relata mientras cuenta que hoy se reparten entre criar dos hijos chiquitos, disfrutar asados familiares bajo el ¡sol! del Imperio del Sur y hacer crecer sus emprendimientos propios. El de su esposo, una consultora. El suyo, Cura té Alma"Una parte de ambos extraña holanda, pero nos felicitamos de vivir acá: es lo que elegimos".


"Me ocupo de crear todos los tes, con materiales de calidad premium. Y no dejo de investigar, formarme, incorporar cosas nuevas". Además de una variada carta de infusiones (que se disfruta en sitios como La Posada del Quenti), su marca incluye cuencos y accesorios varios para prepararlas. Si no tienen la suerte de toparse con su stand en alguna feria de diseño (como yo), pueden encargar los productos o hacer consultas sobre cómo conseguirlos VÍA SU FACEBOOK o en el SITIO WEB¿Terminaron? Les sirvo otro...
  


5 comentarios:

Anónimo dijo...

Florencia descubrí tu blog hace 2 semanas , de tan lindo lo leí casi todo ya !saludos Clau

Anónimo dijo...

Gracias Clau q lindo mensaje, bienvenida!!! Espero q te quedes :) flor

Tendenciosa dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Tendenciosa dijo...

Qué bueno Clau!! que hayas llegado para quedarte!!! :)

. . . e n s o ñ a c i ó n . . . dijo...

que hermoso todo! cuando voy a bs as paso por el barrio chino y me traigo te verde y de jazmín en hebras :) riquísimos! y acá en calafate consigo uno de calafate, rosa mosqueta, hibiscus y manzana, muy rico :)
beso grande flor!