13 diciembre 2011

Vino + cupcakes (sí, pega)

Aunque nuestra selección de fútbol sea una lágrima, ¡GRACIAS DIOS POR NACER EN ARGENTINA! Podría dar taaaantas razones para esa frase, pero me voy a concentrar en una sola: el vino.

Cava privada del dueño de Norton, cerrada con candado.  En las pizarras, el año del vino.

Sí, me ENCANTA. Y sufrí, sisisisisí, ¡sufrí! la abstinencia que me impusieron el embarazo y la lactancia. Así que imaginen la felicidad que experimenté hace unas semanas, cuando escapé a "planetavino" (leasé: MENDOZA)


Hacía años que no iba, y mamita que laburaron! Sabía sobre el boom de las bodegas, pero lo que armó esa gente es maravilloso. Sólo en los dos pequeños valles (Maipú y Luján de Cuyo) que rodean a la capital se acumulan más de 150 bodegas para todos los gustos: industriales, boutique, modernísimas, artesanales, etc.


Te guste o no el vino, cada una es casi un parque de diversiones: tienen edificios de una arquitectura exquisita y una gama de actividades que parte de la degustación y se sofistica hasta safaris de fotos, picnics entre los videños y sesiones de spa con derivados de la uva. Si encima te gusta el vino, el éxtasis es total! Mis dos muchachos y yo elegimos visitar Norton (hoy propiedad del dueño de cristales Swarosky), de ahí son las fotos que les muestro.

  
La experiencia fue súper gratificante y recomendable: almorzamos, y luego hicimos el recorrido para conocer cómo se hace el vino. Nos ubicaron a los tres en este rincón íntimo de la cava (entre cientos y cientos de botellas que esperan ponerse a punto), con clima fresco y luz suave. Y nos trajeron este manjar...


Fiambres y quesos de calidad superlativa, un exquisito Finca Perdriel Terruño que sólo se vende en la bodega. Ni les cuento como nuestros sentidos se fueron relajando, incluidos los del mini escribano...


...que de sólo oler terminó medio pipoco. Luego vino (cuac) el recorrido, ¡con tres degustaciones más! Toda la jodita nos salió sólo $90 per cápita, y claro que el menor beodo no pagó. OJO, en casi todas las bodegas hay que hacer reserva anticipada para cualquier actividad. por otra parte, y por si se les antoja un paseo cero alcohol, les tengo otra recomendación:



Esta coquetísima cafetería llena de cupckaes y muffings en la capital mendocina: Clementine. Si están muy lejos como para probar la pastelería, no se desanimen, les juro que sólo ver el lugar llena el espíritu. ¡Bella, bella!



Mientras mis chicos se hacían una siesta, me escapé a caminar por Arístides Villanueva, una avenida de veredas anchas salpicada por locales con mucha onda: boutiques, tiendas de diseño, restaurantes y bares, ideal para salir a cenar o a tomar algo. Y si quieren comprar, recomiendo el conveniente outlet de Adidas (Arístides Villanueva 430), imposible salir sin bolsa.


Cuando las piernas dijeron basta, me compré una Living y me senté en este rincón a saborear un capuchino




Los jarritos enlozados me transportaron sin escalas a los mates de mi abuela Carmen. Me quemaban los dedos pero cómo los extraño!



Un lugar por el que vale la pena pasar si en estas inminentes vacaciones tienen la suerte de visitar Mendoza, una ciudad con muchos otros atractivos sobre los que pueden informarse acá. ¡Y salud!

7 comentarios:

decomarce dijo...

qué lindo lugar!!

Julieta dijo...

Que hermosos lugares! que lindo lo de los mates de la abuela Carmen! besos

Valeria dijo...

Qué buen dato para cuando tenga la oportunidad de volver hacia allá! me encantan esas sillas!!

Anónimo dijo...

Que bueno que les gusten los lugares chicas! Viste yu, no te hace acordar? Eran duuuulces esos mates tan ricos! Con yuyito, la extraño! (Tende movil)

ensoñación dijo...

Que lindo Mendoza!! fui de chica y visite algunas bodegas pero no probé sus vinos (aunque los vinos mendozinos nos acompañan seguido por aqui), tendría que volver para probar de esos que solo hay en su bodega de origen, no?

Tendenciosa dijo...

Si María volvé! la forma en que se amplió y sofisticó la oferta de vinos es increíble, creo que no hay amante de las gaseosas que resista la tentación etílica ahí! :)

Anónimo dijo...

que hermoso ese lugar. Si tenia ganas de ir a Mendoza..ahora sumo motivos! :)