Nunca fue tan lindo "tirar" juguetes

Hoy madrugué, tomé unos ricos amargos y junté fuerzas para ir al centro. No se confundan, me encanta pataperrear la peatonal, lo duro es sacrificar una mañana compartida con mis dos amores (el grande y el chico) y trabarme en lucha con el transporte urbano. Sin embargo, cuando llegué a la parada me sentí la persona MÁS AFORTUNADA DEL MUNDO y sólo quería dar amor a quien se me cruzara: alguien que no conozco ni me conoce, me había dejado un  maravilloso juguete de regalo...

                                         

Tienen razón, lamentablemente todo salió de mi imaginación. Pero no estoy loca, algo así  puede pasarme y pasarles; y algo así pueden provocar. Sólo se necesitan MÁS cordobeses enrolados en la TOY SOCIETY. Esta comunidad mundial creciente muestra que hay gente con ganas de regalar belleza por el sólo placer de sentir que en algún lugar de su ciudad, otra persona es feliz con su gesto.

  

    

El sistema es de lo más simple:  fabrican algún juguete con las manos (tejido, cosido, de madera, cartón, etc.), lo ponen en una bolsita, agregan las etiquetas del proyecto (se bajan o se copian a mano), y lo dejan en algún lugar público, pensando en que alguien lo encuentre y lo haga suyo. Antes, le sacan una foto y la mandan a la web de la Toy Society, que va documentando cada "drop" (abandono de juguete) y, a la vez, recibe las fotos de los afortunados halladores de los chiches que cuentan que los encontraron. En Argentina, los "abandonos" ya superan largamente la treintena. 

¡Miren todos los cordobeses que ya tiraron juguetes!

Yo me enteré de este hermoso círculo virtuoso por Noe. Si existiera un país sólo para gente que inspira, Noe debería ser la Presidenta o al menos tener algún ministerio a cargo. Ella tiene un don: crea belleza con sus manos, y le encanta compartirla (para eso usa su mágico blog). Noe no sólo lleva varios "drops" propios (los dos del inicio, por ejemplo), sino que asumió la misión personal de impulsar la Toy Society en Argentina. Naaaaada extraño si miran las fascinantes campañas en las que suele zambullirse, como la que generó esta Colcha Multitudinaria...

Nació así, literalmente, de una multitud. De toda la gente linda que se copó con la propuesta que Noe lanzó en su blog: que le hagan llegar por correo retacitos de tela, con los que ella cosería una colcha quilting. El producto final, sería sorteado entre quienes aportaron material. A medida que los paquete llegaban (algunos tan copados como este!), ella dedicaba horas y horas de trabajo amoroso y paciente (y NO remunerado, aunque al igual que cualquier mortal Noe tienen que parar la olla a diario), diseñando y cosiendo cada tramo de esta obra de arte. Al cabo de casi un año, la Colcha Multitudinaria estuvo lista y en manos de una afortunadísima ganadora.

Este año, quiero probar un poquito de esa generosa alegría. ¡Apenas tire mi primer juguete, les cuento!