09 enero 2012

Cafés en 35 mm

Si les digo Starbucks, ¿les suena? A los que no, prueben luego de mirar esto...


¿Ahora se dan una idea? Y me faltó Carry bebiendo Frappuccino al entrevistar asistentes en Sex and The City, o Sean Penn trabajando en un local en I am Sam. Starbucks es la cadena de cafeterías para beber in situ y llevar (take away) más famosa del mundo, y una de las más grandes (al momento suma más de 17 mil tiendas en 50 países). Es también uno de los casos más exitosos de "product emplacemente", la técnica de marketing que consiste en "plantar" (mostrar con naturalidad, incorporados a la trama) productos en el cine y la televisión.


Obvio que la brillante estrategia de promoción no la hubiera catapultado a la categoría de icono si sus cafés calientes y sus fríos Frappuccino no fueran sencillamente...¡EXQUISITOS! El post viene a colación de que, finalmente y luego de estar desde 2008 en Argentina, desembarcó en Córdoba. 

Accidente: este cartel se cayó (por suerte sin lastimar a nadie), pero será
repuesto igualito, como en el resto del mundo.

Quizá oyeron la noticia o tuvieron el placer de pasar por el local, que es facilísimo de ubicar: en Colón y Cañada. A mi me invitaron a una pre-inauguración para periodistas, días atrás. Allí pude sacar estas fotos, saber más sobre la marca y  ¡probar muuuuchos de sus cafés y su pastelería matadora!




En mi condición de cholula y viajera, debo decirles que Starbucks me flechó desde que pisé Nueva York por primera vez, en 1998. Me mató esa combinación de café goloso, en tamaño XL y para sorber en cámara lenta en un local lleno de sillones mullidos.




Ni que hablar de sus muffings gigantes y sus cookies, irresistibles! Cada vez que viajaba al "primer mundo" (no es valoración, es el rótulo para que sepan de que países hablo) me castigaba con generosos "Caramel Machiatto"  de 350 ml.  Y sí, reconozco, que era de las que esperaba tener un Starbucks a mano, porque cuanto más lugares diferentes haya para disfrutar (gratis y rentados), más chocha estoy. 




Ese que ven en la última foto es Diego Paolini, el gerente en Argentina, explicando a los periodistas que el local cordobés es el 44 que la cadena nacida en Seatle en 1971 abre en Argentina (1 en Rosario, y el resto en Bs.As.). Aquí ofrecerá buena parte de las ¡87.000! combinaciones de bebidas de su carta mundial. Antes y después de escucharlo, probé cosas como estas...

Green Tea Lemonade. Te verde+limonada+hielo, ideal para el día de 40º
en que se hizo la presentación. Como la mayoría de los argentinos, no
soy fan del te helado,pero me conquistó.
Caramel Machiatto. Cafe esspreso, leche al vapor, un toque de vainilla
y otro de caramelo. Que les puedo decir, me reencontré con un viejo amor.
Cinnamon Dolce Latte. Café espresso, leche al vapor y canela,
con toque de crema batida. "Maridaje" imbatible con el pan de queso. 
Muffings de arándanos y choco chips y que la balanza
arda en el infiernooooooo!
Los precios fueron toooodo un tema de debate. No son baratos, pero los cafés son de excelente calidad y mucho más grandes que la media: de 354 ml (alto), 473 ml (grande) y 591 ml (venti). Los vasitos que ven arriba son para degustaciones. Mi Caramel, por ejemplo, se vende a $17,50, $19,50 y $ 21,50, respectivamente. El latte, un clásico, a $15,5, $17,5, y $19,50. Y además de los snacks, los dulces y la línea de bebidas envasada propia, el local vende sus populares accesorios-souvenir (vasos térmicos a la cabeza), y café envasado.






Y, se toman un Starbucks? Un Frappuccino bien helado????

2 comentarios:

Unknown dijo...

El latte, un clásico, a $15,5, $17,5, y $19,50. ... woow mas caros que acá, aun haciendo la conversión a Libras.

Me alegro que Córdoba tenga uno ahora y las fotos que mostras son iguales a los Starbucks de acá. Increible lo que la imagen corporativa puede lograr !!!

Saludos ... Pablo
.

Tendenciosa dijo...

¡Están más caros que allaaa!!!!??? Pasa lo mismo con tantas cosas, y eso que la libra le saca una ventaja enorme al peso. Está bueno que esté en Córdoba para que haya una alternativa más, cada tanto uno puede darse un gustito. Aunque si el verano sigue igual de infernal, habrá que hacerse fan de los Frappuccinos, menos mal que zafan de laburar con este calor Pablo!!!